La más reciente producción del pianista y jazzista mexicano Felipe Gordillo -integrante de Quinto Elemento-, lleva por título En Vuelo y en él hace un recorrido por los sentimientos y emociones que lo han acompañado toda su vida.
Algo bueno debimos (o debemos, quizá sea mejor la conjugación) hacer como sociedad, en esta o en otra vida, para que entre nosotros tengamos tanto talento en el ámbito musical, como es el caso particular de Felipe Gordillo, pianista nato que desde temprana edad mostró -como los grandes maestros que él tanto admira- inclinaciones tempranas por la música y el piano. Sin ahondar en la formación de Felipe, baste decir que desde niño estuvo expuesto a diversos géneros, como el rock, la música popular y por supuesto la clásica, elementos que definitivamente lo marcaron.
No me canso de preguntarle a Felipe con admiración y un dejo de asombro, cada vez que tengo la fortuna de platicar con él: ¿¡en qué momento de sus jornadas diarias, se toma esos respiros para componer!? Déjenme aquí hacer una pequeña observación al respecto para claridad de todos. Felipe Gordillo, además de ser un prolífico y excelente compositor, es un gran pianista que sin importar qué, ensaya y ensaya y ensaya; pero además su vida se divide entre su familia, sus amigos, Quinto Elemento -uno de los ensambles de jazz, vigentes, más antiguos con los que cuenta el país-, entre otros proyectos musicales que tiene en paralelo; y por si fuera poco, desde hace varios años es profesor en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, actividad que sea dicho de paso, le apasiona tanto como todas las anteriores.
Así que regreso a la pregunta. En medio de todas estas actividades, ¿cuándo y cómo compone sus temas y obras? Como dicen los clásicos: Who knows!, pero debemos de estar agradecidos por su disciplina, perseverancia y talento (no necesariamente en ese orden), ya que gracias a eso podemos escuchar En Vuelo, su más reciente proyecto, ahora a piano solo.
Largamente acariciado por Felipe, este proyecto es fruto de las cualidades que hemos descrito líneas arriba. Los cinco discos que ha grabado y compuesto temas, por supuesto, con Quinto Elemento -Swing para una nota (2005), Jazz for Friends (2010), Cambio de Estación (2013) y Los fuegos de San Telmo (2015); más uno más, ya grabado, que saldrá en este año-, además del proyecto Dúo Yikal, a lado de su amiga Yikal Ramos; lo prepararon de sobra para todo lo que escuchamos en En Vuelo.
Aquí estoy y este soy yo parece decirnos Felipe Gordillo a lo largo de los 18 temas del disco. Sí, lo que de entrada puede parecer un álbum, como dicen los clásicos, largo como una noche de insomnio, queridos lectores pierdan cuidado, que es todo lo contrario, se va como agua entre los dedos. En Vuelo es un disco sentimental y emotivo, serio pero al mismo tiempo cargado de humor y jugueton, clásico pero jazzero, jazzero pero rockero, tal y como es Felipe.
Cuando escuchen el disco quizá se pregunten en dónde está el rock, no se apresuren y vean que más que un género, el rock es una actitud de rebeldía ante los convencionalismos y es ahí, en esas aguas, en donde Felipe navega. Apasionado de la música clásica, en este disco no teme romper estructuras formales y llevarlas a un Improptu, a un estado de improvisación “controlada”, como en S.F., Modal Voyage o In a Monk’s Mood -evidentemente inspirada-dedicada al gran Thelonious Monk, de quien celebramos su centenario de nacimiento a finales del 2017-; o por el contrario deleitarnos con temas que bien podrían caber en la acepción de sonata como los temas: Mi alma o Sweetness, por mencionar solo dos.
De igual manera, para los que son seguidores del trabajo de Felipe Gordillo o de Quinto Elemento, el disco incluye Sweet Song y La Giralda, temas que se incluyen en el disco Sabores Mexicanos de Dúo Yikal, así como el tema que le dá título al disco, En vuelo, que originalmente fue compuesta para el segundo disco de Quinto Elemento, pero que a piano solo adquiere otro matiz.
En Vuelo -que saldrá a la venta a través de Urtext, a partir de este mes- es un proyecto muy personal, muestra de ello es la gente de la que se rodeó para ello. La coordinación de la grabación corrió a cargo del propio Felipe, que se realizó entre el 21 y el 23 de diciembre de 2016 en la Sala Herminio Novelo del CCOY, un lugar conocido por él y con buena acústica; la masterización y la mezcla fue de Juan Cristóbal Pérez Grobet, bajista, excelente músico, de larga trayectoria, integrante de Quinto Elemento e indiscutible amigo de Felipe; la portada -una pintura de tonalidades rojizas, con una columna en medio y un juego de líneas geométricas-, fue creación de su hermano César Gordillo.
Me consta que en cada uno de los proyectos en los que participa, Felipe se entrega con toda su pasión y talento. No importa si es el dúo de violín y piano con Yikal, o compartir improvisaciones con sus amigos en Quinto Elemento; y eso es lo que hace extraordinario a En Vuelo, que podemos escuchar a Felipe Gordillo sin ningún tipo de interferencia, son él y su piano, son él y sus composiciones, son él y su sensibilidad, son él y su gran interpretación, son él y su talento.
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