Una de las primeras colaboraciones que tuve en la revista Cultura Blues, en 2014, fue este artículo sobre Dave Brubeck, que partió de una entrevista que sostuve con el baterista Pablo Prieto en Síncopa Blues. Jazz y blues de México, quien en este 2019 alista una serie de proyectos con los que continúa la difusión del trabajo del pianista estadounidense.
A los 43 ausentes, la lucha sigue.
Si alguien sabe lo que significa cumplir años en el último mes del año, ese soy yo. Sin embargo, nacer y fallecer en el décimo segundo mes, con uno o pocos días de diferencia, le atañe a pocas personas —una de ellas, sea dicho de paso, es mi abuelo Tomas Amador Azpeitia— y otra, el pianista, jazzista y compositor estadounidense Dave Brubeck, quien falleció un 5 de diciembre del 2012 y nació un 6 de diciembre de 1920.
Nació y creció en el seno de una familia musical, su formación clásica lo acompañó durante toda su vida y carrera, “más que un pianista de jazz, Brubeck es un compositor, es un músico universal, influenciado por la música clásica —por la educación musical que tuvo de su mamá, una pianista de clásico—, que supo vivir las circunstancias del momento que estaba sucediendo en Estados Unidos, con la Segunda Guerra Mundial; que supo permearse de las influencias de las diferentes músicas del mundo”, comenta enfático el músico, director, arreglista y baterista de jazz Pablo Prieto, quien desde el 2012 inició un homenaje a Brubeck.
Desde los 7 años de edad Pablo quedó hipnotizado por los compases, los ritmos y la sonoridad de cuarteto de Brubeck —el jazzista que más veces ha tocado, en la historia del Palacio de Bellas Artes, con seis presentaciones—, gracias al sensacional disco Time Out de 1961, por lo que siempre tuvo en la cabeza trabajar en un proyecto que enalteciera la música del californiano.
El desarrollo musical de Dave Brubeck corrió de manera similar al de otro gran compositor estadounidense, George Gershwin, es decir entre la composición de piezas de jazz y música clásica (piezas corales, vocales, conciertos, música de cámara y piezas para piano solo), sin embargo su gran mentor fue Duke Ellington, quien también más allá de ser jazzista se destacó por sus composiciones.
Así como Brubeck se rodeó de excelentes músicos para grabar Time Out, como Paul Desmond en el sax —a quien se le debe el éxito Take Five—, Joe Morello en una brillante batería y Eugene Wright, en el contrabajo; Pablo Prieto reunió para este proyecto a Alex Mercado en el piano, a Jaime Ferrada y Emiliano Coronel, en el contrabajo y Federico Hülz, en el sax, con quienes tuvo una conexión, identificación y magia inmediata: “el jazz es como las novias, es el amor a primera vista, ¿te entiendes, te identificas? ¡Vámonos, podemos hacer algo juntos!”, dice Pablo Prieto sobre la decisión de elegir a su cuarteto.
“Se trata de hacer una recreación, no una imitación de lo que el cuarteto de Dave Brubeck era en los años 60 —explica Pablo—, lo que se llamaba el clásico cuarteto de Dave Brubeck. La idea está basada mucho en la idea original, no son arreglos, se trata de recrear lo que hacía Brubeck y no hace falta más que interpretar la música”.
Dave Brubeck: A Celebration! Nombre del disco DVD del Pablo Prieto Quartet, fue grabado en 2012 en el Teatro Hugo Arguelles del Centro Cultural Coyoacanense, en la Ciudad de México y fue presentado formalmente un año después en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Pablo Prieto, conoció a Brubeck en uno de los conciertos que ofreció en Bellas Artes y posteriormente coincidieron en el Festival de Jazz de Montreal y desde ahí surgió una relación que se mantuvo hasta su muerte. Si bien Take Five no la compuso él era una pieza obligada en cualquier concierto, sin embargo recuerda Pablo, nunca le molestó que se la pidieran tantas veces, porque “le tenía especial evocación a Paul Desmond, su compañero de correrías, y le encantaba tocarla porque le hacía tributo a su gran compañero”.
@YonAmador
sincopablues@gmail.com
Comments